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lunes, 30 de julio de 2012

Louis Armstrong & Duke Ellington 1963 The Great Reunion


La portentosa voz que acompaña a la inconfundible trompeta de Louis Armstrong se hace acompañar de la no menos excelente banda de Duke Ellington.
En el año de 1963, debido al éxito que fue ‘Together For The First Time’ ambos deciden realizar este álbum; con un ‘Satchmo’ en plenitud y la orquesta del ‘Duke’ demostrando que su ocaso (aún) no llegaba.

De aquí se desprende la que (ahora y por razones incomprensibles) es de las más populares canciones de Louis, ‘Solitude’, ignorando por completo que en el piano, lo acompañaba Ellington.








2 de Paul Winter y su Jazz Ecológico?


Unión exacta entre sonidos obtenidos de la naturaleza y el Jazz; de ésta manera Paul Winter desarrolla con su saxofón su muy particular manera de innovar en la música.

En “Callings” se desprende de manera inmediata:
‘Lullaby From The Great Mother Whale For Her Baby’ (es emotiva!)
Mientras que en “Whales Alive” ‘Concerto For Whale and Organ’ es imperdible.


Del denominado Jazz Ecológico? Paul Winter











1971 La Revolución de Emiliano Zapata



De los que no llegaron al legendario y mítico concierto de ‘Avandaro’ (el Woodstock mexicano) debido a compromisos contraídos.
Originarios de Guadalajara Jalisco y conocidos más allá del país por su genial rola ‘Nasty Sex’ (aunque en Europa no sabían de donde eran) demostraron que en México también se podía hacer rock psicodélico de los años 70’s de buena calidad.
Después… se perdieron en baladitas insulsas y fiestas de quince años!!!!!

Pero 'Nasty Sex' es una joya de los extintos jipitecas...










Jethro Tull Sinfónico


Otra combinación donde coexisten el rock y la música clásica.
‘A Classic Case’ es el proyecto de la “London Symphony Orchestra” conjuntamente con ‘El Oficial del Imperio Británico’ Sir Ian Scott Anderson, en una obra donde destacan la música de la legendaria banda ‘Jethro Tull’ con sus éxitos más reconocidos en una acoplamiento extraordinario.

Too Old To Rock 'n' Roll Too Young To Die, se lleva las palmas!









viernes, 27 de julio de 2012

Vangelis 2001 Mythodea



Cuando la NASA tuvo la idea de que tenía que haber un tema que sirviera de himno a la misión no tripulada a Marte, 2001 Mars Odyssey; no pudieron hacer mejor elección, ya que la responsabilidad recayó en el genio de los sintetizadores, el griego:
Evángelos Odiseas Papathanassiou (Vangelis para los cuates)
No solamente les compuso un tema, les hizo toda una obra maestra, mitad New Age, mitad Ópera, la cual fue presentada en Atenas con un performance extraordinario.
Acompañado de la “London Metropolitan Orchestra” el coro de “The National Opera Of Greece” y las sopranos Kathleen Battle y Jessye Norman, las cuales tienen unas voces celestiales!!!


Una genialidad más del Maestro, Vangelis.














Claude Bolling 1994 The Victory Concert


Otro virtuoso que la historia del Jazz se empecina en no reconocer. Así se puede describir al pianista Claude Bolling, el cual se hace acompañar de una orquesta que en nada desmerece a las bandas de Ellington, Benny Goodman o Count Basie por mencionar algunas.
En un homenaje muy particular a la música que se generó 50 años después del “Día D” en que llegó el final de la Segunda Guerra Mundial en Europa, esas canciones que hacen eco en los años 1944-1945.
Hay que escuchar el brío que imprime desde el inicio con el himno nacional de Francia ‘La Marseillaise’ hasta la pegajosa y siempre rítmica que pone a más de uno a mover los pies con el swing por tradición ‘Sing, Sing, Sing’, el éxito de Cole Porter ‘Begin The Beguine’ y la rítmica ‘Concerto For Cootie
Alegoría en cada una de sus canciones, Claude Bolling.








Branford Marsalis 2004 Eternal


Otro más de la dinastía Marsalis, el cual imprime un sello de melancolía, de suavidad, de pleno cachondeo.
Lejano a crear música de una dimensión con ritmos ramplones y repetitivos, Branford Marsalis genera ‘Eternal’ un álbum de una tesitura única en cada una de sus canciones, las cuales son creadas por cada uno de sus músicos que lo acompañan. Joey Calderazzo  en el Piano;  Eric Revis  al Bajo; Jeff "Tain" Watts en Batería y en el saxofón, Brandford Marsalis.
Todas las canciones reflejan la idea de que hay belleza en la tristeza. Incluso las canciones tristes suenan felices cuando algunas personas las escuchan por primera vez y viceversa.
Destacar las mejores canciones sería en vano, hay que escuchar desde la nostálgica ‘The Ruby And The Pearl’, pasando por la exquisita ‘The Lonely Swan’ y rematar con la homónima ‘Eternal’ para comprobar plenamente que es un álbum:
Delicioso…
PD. Mención aparte, la portada es genial!















martes, 24 de julio de 2012

Opera Y Rock En Una Mezcla Sublime 1997 Angélica


Obras de Bach, Mozart, Verdi, Puccini, entre otros, con arreglos de Rock donde destacan figuras de la talla de: Cliff Magness, Steve Vai, Eric Johnson, en un delirio auditivo que atrapa.
En el título lleva todo el mensaje, es angelical.
Mi favorita ‘Der Hoelle Rache (Queen Of The Night)’ de la obra de Mozart “Die Zauberflötte” con la portentosa voz de Lori Stinson y la guitarra de Steve Vai








sábado, 21 de julio de 2012

New Trolls: Progresivo Italiano



Otra de las bandas italianas por excelencia. Así como surgieron al lado de Banco Del Mutuo Soccorso, YS, Perigeo, Alphataurus, Reale Academia di Musica, Le Orme (reverencias!) y Premiata Forneria Marconi (estos con una carrera más prolifera) tuvieron un sinfín de cambios en su agrupación, solo se mantenía Vittorio De Scalzzi; los New Trolls originales se componían de Nico Di Palo , Chiarugi Mauro , Giorgio D'Adamo, Belleno Gianni y la magistral mente de Luiz Enriquez; de ahí en adelante, cualquier cantidad de cambios en la alineación, iban y venían.
Resaltan sus dos mejores Obras: Concerto Grosso Per 1 y el Concerto Grosso N° 2 con lo mejor del rock sinfónico que se podía hacer, lo que les valió ser los teloneros de ‘Sus satánicas Majestades’ The Rolling Stones en sus conciertos por Italia y parte de Europa en la década de los 70´s.
Y después, nada…
Pleito por el nombre, cambios en el mismo y así fue el ocaso de los New Trolls.
Hasta que en el 2001 junto con la Orquesta Filarmónica de Torino, De Scalzi conjuntamente con el director de la Orquesta, Mauricio Salvi grabaron en ‘La Stampa’
“La Storia dei New Trolls” con la aparición sorpresiva de Nico Di Palo y Luiz Enriquez.
Tras esta reunión surgió la idea de Vittorio y Nico de volver a trabajar juntos, cristalizando la idea hasta el 2007 con nueva banda y nuevo álbum ‘Concerto Grosso: The Seven Seasons”.
Con toques que intentan asemejarse con Jethro Tull en el uso de la flauta transversal, además de utilizar cuardas orquestales, un grande del Progresivo Italiano, New Trolls.

(*) A ellos los escuche la primera vez en el ‘Tianguis del Chopo’ hace un buen de años [Cuando el Chpo era un verdadero tianguis de música, ya que después se llenó de ska y reggae]; los discos LP originales los vendían a precio de oro en una tienda que estaba en la esquina de  Newton y LaMartine en Polanco (No me acuerdo el nombre!!!!) así que tuve que conformarme con los casettes de a 20 pesos!














viernes, 20 de julio de 2012

The String Quartet Tribute 2003 Anatomy Of Evil


Otra más de las genialidades del String Quartet: Tribute To Iron Maiden, excelsa calidad que destilan dos cellos, un violín y una viola para llevar a cabo una precisa disección a las canciones más reconocidas de la legendaria banda Iron Maiden
De Lujo









Sadao Watanabe 1985 Parker´s Mood


Excelente músico japonés que no ha sido reconocido en toda su dimensión (no al menos en occidente)
Retomando la escuela de los grandes jazzistas grabó este disco-homenaje a uno de los saxofonistas que fueron referentes en su carrera, Charlie Parker, por ejemplo.
Sadao Watanabe, originario de Utsunomiya, que además de tocar el saxofón soprano, toca la flauta y el saxofón alto; conocido por sus grabaciones de Bossa Nova, en 1962 salió de Japón para estudiar en la prestigiosa  Berklee College of Music en Boston.
En 1995, la universidad le otorgó un doctorado ‘Honoris Causa’ por sus contribuciones a la música. Entre los premios recibidos son la ‘Orden del Sol Naciente’, la medalla de ‘Honor Imperial’ por su contribución a las artes.
El 13 de julio de 1985 graba ‘Parker’s Mood’ en el Laforet Museum de Akasaka, Tokio al lado de Ron Carter en el bajo y Tony Williams en la batería, ejecutando un Jazz de altos vuelos!
Desde la clásica ‘Stella By Star light’, el solo de bajo de Carter en ‘Billy’s Bounce’, la genial ‘I Thought About You’ y la obra homónima que encumbró a Parker (vaya forma de improvisar!) lo hacen un álbum imperdible.







jueves, 19 de julio de 2012

1/100 Miles Davis 1959 Kind Of Blue


A Manera de Prólogo.
La idea comenzó hace algunos años (mejor ni preguntes cuantos) el hecho es que si cada año premian a todo lo inimaginablemente posible aunque sea lo más absurdo, porque no recordar la esencia, de donde todo proviene y de donde todo se retroalimenta?
Consciente de eso y producto de una(s) extinta(s) estacion(es) de radio; Rock 101 y Jazz FM en una lejana juventud, la cual marcaron los estilos de música que aprecio (y delirio) por escuchar.
 Es entonces y después de pensarlo varias veces (Obvio, después de ver que algunos ya se habían adelantado a mi idea), publicar a través de ‘algo’ toda la música que he aquilatado durante años y que me ha costado un buen billete, y decidí (entre otros) Los cien mejores discos de Jazz de la historia, bueno, del clásico, del que tiene abolengo, prosapia y tradición porque así como que postear al Kenny G si está medio cabron el asunto!!!!

Y por fin, después de días y días, tomando litros de café, fumando una cajetilla tras otra de los inseparables Marlboro (como diría aquel Abad de Los Carpatos, como Los Lamas, pues; No se te hace que estás fumando demasiado???) Aquí están los que (según) son los 100 mejores álbumes de Jazz, donde puede haber discrepancias en el lugar en que (entre otros) La Rolling Stone dice que son, pero es innegable que la colección quedó de poca.

La verdad los comentarios de los álbums (en algunos casos) si son míos, y en otros la verdad son fusilados, ante lo cual (Crédito a quien lo merece) agradezco todos los que me dieron la pauta para seguir compartiendo, sobre todo a Gormenghast (desdichado genial!!!) que se me adelantó, y a quién se aparezca y quiera hacer énfasis de que sus comentarios es un vil CTRL-C CTRL-V, también es aceptado.
Espero y a mis tres lectores les guste esta colección.


A mis hermanos del alma; los miembros adoradores de Baco, del domino, adoradores a ultranza de la chaira con rambrersé. Por siempre 'El Club De Tobi' (En extinción)

Sin más… agradezco que visites.
Pd. Apúrate antes de que me tumben los links!

Ahora si…


1/100 Miles Davis 1959 Kind Of Blue


Obra celestial, imprescindible entre imprescindibles, música afrodisíaca, inspiración divina, el disco mas vendido no sólo de Miles sino de toda la historia del jazz, una de las mejores obras que jamás se hayan grabado. Esto y mucho más se ha dicho de "Kind Of Blue". Su reputación es tal que en cierta manera ha dejado de ser un simple disco para convertirse en un mito. "Kind Of Blue" es una de las obras fundamentales de Miles Davis, sin ninguna duda. Su éxito entre los aficionados al jazz tal vez sea debido a que esta obra se sitúa en el punto de equilibrio idóneo de la balanza formada por las diversas corrientes jazzísticas. Aceptado de la misma forma por aquellos (crítica y público) más reaccionarios que por los otros más intransigentes, así como un disco perfecto para atraer la atención de los no iniciados al jazz.
Kind of Blue fue una de las obras más pretenciosas que tuvo el gran Miles Davis. Y es que cuando llego al estudio a grabarlo. No sabía exactamente la música que iba a grabar. El con una simple idea, y un don de mando se sentó a grabar junto a su banda en forma de que le siguieran, haciendo la pura esencia del Jazz. La improvisación, ya que apenas les había mencionado una serie de bocetos musicales que esperaba que lo entendieran. Y de algo que bien, alguien podría haber gritado ¡Sálvense quien pueda! nació uno de los mayores discos de la música. Y el disco más vendido de la historia del Jazz. Pero yo creo que no todo era totalmente improvisado. Ya que los músicos con los que comparte grabación. Ya saben perfectamente por donde quiere tocar Davis, y eso hizo que la unificación, más allá de musical. Si no espiritual. Llevasen acabo esta obra, donde la pasión de tocar con un músico como Miles Davis.
En tal portento participaron Miles Davis: Trompeta; John Coltrane: Saxo Tenor; Julian "Cannonball" Adderley: Saxo Alto; Bill Evans: Piano; Wynton Kelly: Piano en "Freddy Freeloader"; Paul Chambers: Contrabajo y Jimmy Cobb: Batería.
Ashley Kahn, autor de “Kind of Blue: The Making of” menciona que “La grabación resultante posee una cualidad casi espiritual, como los músicos en particular Coltrane, parecían adoptar un enfoque reverente a la composición”
"So What" se convirtió en la melodía, de la que todos los músicos, no sólo a los profesionales del jazz, simplemente tenían que saber. Las otras pistas también se convirtieron rápidamente en las normas, y los solos individuales en todo el registro de continuar inspirando a los músicos el día de hoy.
 Hay algunos que piensan que no todo es perfecto en el álbum, a muchos no les gustó… la portada!!!!













2/100 John Coltrane 1965 A Love Supreme


Considerada como una de las grabaciones más importantes de la historia del jazz. Este disco de John Coltrane significa una síntesis de sus exploraciones preliminares y la piedra de toque de toda la liberación musical que emprendería en los dos años y medio de vida que le deparaba el futuro, su adicción a la heroína, su éxtasis: bien mezquino él, por lo demás.
Grabado a fines de 1964 en el estudio de Rudy Van Gelder en Englewood Cliffs, Nueva Jersey junto al clásico cuarteto de Coltrane, Elvin Jones, Jimmy Garrison y McCoy Tyner. "A Love Supreme" se convirtió en un éxito de ventas combinando concisión y prolijidad con provocación y espiritualidad. El disco es una plegaria de treinta minutos dividida en cuatro partes con una progresión temática y emocional que alcanza su culminación en su conclusión.
La Obra maestra de Coltrane, expresa algo así como un homenaje o regalo del artista a su inspirador. Al menos así queda plasmado en sus mismas palabras:
"Como una humilde ofrenda a Él". Su mantra perenne.
"A Love Supreme" no es un disco fácil de entender. Contiene demasiada moderanidad con sonidos improvisados y un manejo de estructuras que pueden hasta sonar irritantes o desagradables en una primera oída. Sin embargo, tras intentarlo y lograr avanzar es posible caer en la magia de su composición y ver la fluidez tanto de sus instrumentos, como de la música que genera.
A Love Supreme es la suite de jazz en cuatro partes que John Coltrane grabó en el curso de una noche con el pianista McCoy Tyner, el bajista Jimmy Garrison y el baterista Elvin Jones. Sorprendió a Coltrane en un punto culminante de su trayectoria creativa: la cristalización de los últimos tres años como parte de aquel famoso cuarteto, antes de virar hacia la fase final y más discutida de su carrera con canciones de hasta cuarenta minutos como en el legendario ‘OM’.
Después de llegar a los comercios y a las ondas radiofónicas, en febrero de 1965, menos de dos meses después de su grabación, A Love Supreme se convirtió en un éxito de ventas en los círculos jazzísticos, y se escuchaba tanto en los dormitorios de los colleges como en los pisos de los guetos, en las esquinas de Harlem y de Hight-Ashbury: un disco unificador encumbrado gracias a la oportunidad del momento en que salió.
«A Love Supreme llegó e influenció a toda la gente que estaba por la paz», recordaba Miles Davis. «Los hippies y la gente así.»
A mediados de los sesenta, A Love Supreme destilaba los temas de la década: el amor universal y la conciencia espiritual. «En los sesenta, estamos en la época de las religiones orientales, la nueva espiritualidad y el Hare Krishna, y ésa era la matriz de donde provenía Trane... y encajó perfectamente», señala el saxofonista Archie Shepp.
A Love Supreme nunca ha pasado de moda, y a través de los cambios, con el paso de las décadas, desde el optimismo de cielos azules hasta la dureza del hastío, la relevancia de la música y su mensaje han permanecido constantes. «Sé que hay mucha gente que ni tan sólo quiere escuchar música de cinco, cuatro años atrás», comenta Alice Coltrane. «Pero A Love Supreme tiene un espíritu de renovación propio... es intemporal, es eterno»
La única presentación en vivo de A Love Supreme fue el 26 de Julio de 1965 en el “Festival Mondial du Jazz Antibes, Juan-les-Pins”, Francia, lanzado a la venta en paquete doble con el título 'A Love Supreme: De Luxe Edition"

Los guitarristas John McLaughlin y Carlos Santana han acreditado cada uno el álbum como uno de sus mayores influencias tempranas.

Un disco recomendado, especialmente para aquellos que buscan saber la inspiración de la música maestra y sin letras, y que yo le hubiera dado el #1, pero el librito dice que no. Por supuesto, mi favorito.













3/100 Charles Mingus 1959 Mingus Ah Um


Esta obra maestra es una perfecta combinación de clásicos junto a nuevas formas de plasmación jazzística hasta entonces poco conocidas. Mingus y sus músicos nos deleitan con swing, blues, e incluso ragtime y dixieland adaptados. Todo ello con la magnifica dirección orquestal del propio Mingus.
Charles Mingus fue uno de esos distinguidos jazzmen a los que recordaremos como músicos integrales, completos, enormes compositores y atrevidísimos arreglistas, con independencia del instrumento que tocaran. Esa élite que incluye a gente como Thelonious Monk o Duke Ellington nos dio a un músico capaz de compaginar como nadie la tradición jazzística más profunda (el gospel, el sentido colectivo del jazz de Nueva Orleans, los esquemas de pregunta y respuesta) y la mayor sofisticación teórica provinente del legado cultural europeo, originando un estilo que muchos situaron en la Tercera Corriente (aquella que buscaba fusionar elementos del jazz y la clásica) y que constituye uno de los sonidos más originales del siglo XX.
Todas esas características se dan de lleno en Mingus Ah Um, disco grabado en 1959, y cuya formación cuenta con dos saxos altos (uno de ellos también al clarinete), un tenor, dos trombones y la sección rítmica de piano, contrabajo y batería. Formación atípica que, gracias a los inspirados arreglos del de Arizona, suena casi como una auténtica big-band (otra de las evidentes características de su música).
La grabación, primera de Mingus para Columbia Records, comienza con 'Better Git Hit In Yo’ Soul' un espectacular tema en métrica de 6/8 que guarda tanto en forma como en estilo muchas semejanzas con el gospel. Goodbye Pork Pie Hat es un blues lento con la armonía muy modificada en homenaje a Lester Young (en el disco Mingus Mingus Mingus Mingus Mingus aparecería como Theme for Lester Young) donde la sofisticación armónica sirve como colchón al espacio y la calidad interpretativa. La magnífica 'Open Letter to Duke' es una suite de tres temas que comienza a ritmo de bop para caer en un delicado tempo lento donde los vientos acompañan, responden y llevan en volandas al saxo solista hasta la tercera parte del tema, otra vez rápida, pero esta vez con ritmo latino y un final de lo más divertido. Mención especial para 'Bird Calls' cuya introducción auténticamente suena a "llamadas de pájaro". El swingueante 'Fables of Faubus' se escribió en referencia a Orval Faubus, Gobernador de Arkansas, por sus tendencias racistas. Completan el disco el delicioso 'Self-Portrait in Three Colors' 'Boogie Stop Shuffle', 'Pussy Cat Dues' y el simpático 'Jelly Roll' (también grabado en Blues and Roots como My Jelly Roll Soul), blues en homenaje al gran pianista Jelly Roll Morton, y que recuerda mucho a los sonidos del ragtime y el Dixieland de su época.
Respecto a la interpretación de los temas (todos ellos composiciones originales de Mingus) cabe destacar el enorme feelin’ de la sección de vientos, la sobriedad del propio Mingus al contrabajo y el enorme swing del batería Dannie Richmond, un habitual en las formaciones mingusianas. En definitiva, Mingus Ah Um es una de las mejores obras de uno de los mejores músicos que la historia del jazz y de la música en general nos ha dado, y merece un lugar de honor en cualquier discografía jazzística.








miércoles, 18 de julio de 2012

4/100 Dave Brubeck 1959 Time Out


Platillo suculento, delicioso, el cual se debe de escuchar lentamente. Dave Brubeck junto a su estelar cuarteto. Y como era de suponerse con uno de sus más emblemáticos discos, el multireconocido “Time Out”. Una de las piedras filosofales del Jazz (y de la música, por supuesto). Este es un disco muy sabroso para escuchar, digerible al oído y sobretodo, pegajoso. En esta magna grabación, él toca el piano y se acompaña nada menos que por tres connotados intérpretes como Paul Desmond en saxo, Gene Wright en contrabajo y el maestro Joe Morillo en Joe Morello en la batería.
Cada músico pone de lo suyo para hacer este disco inmortal y que sigue sonando después de casi 50 años desde su grabación.
Creo que más de alguno ha escuchado el “hit” de este disco llamado “Take Five”, que como su nombre lo dice se caracteriza por estar escrito en la métrica de 5 cuartos, lo que le da sin duda un toque muy particular. Pero sin lugar a dudas el sólo de Morello en la batería es uno de esos simples pero mágicos momentos que logran ser registrados y que gracias a las musas o a las divinas intenciones de las manos del baterista podemos disfrutar cada vez que lo escuchamos hasta el hartazgo y cada vez queremos más del ‘Take Five
Time Out” es un disco de esos que se denominan “clásicos”, y creo que además de su musicalidad hoy no deja de asombrarme la calidad de la grabación hecha. Un sonido limpio o “crudo” casi como en una sala de ensayo pero con la garantía del sonido justo de un jazz que aunque se denominaría “Standard” nos muestra a un Brubeck con influencias de música europea, lo que se le criticaba en algún momento de su carrera pero que sin duda ha sido el sello musical que lo ha hecho perdurar en el tiempo.
Sin desmerecer 'Blue Rondo A La Turk' o bien 'Kathy's Waltz' dedicada a su hija.

Un disco excelente de principio a fin.









5/100 Cannonball Aderley 1958 Somethin' Else



Si intentas conocer el significado de la palabra "orgásmico" escucha los primeros compases de este disco, los de la introducción a "Autumn Leaves". Escrita ex profeso para esta versión del standard, los compases van generando un riff ascendente de piano, con las rupturas de los vientos entrando unísono. Da una sensación de importancia, de que algo relevante está a punto de ocurrir, mientras se construye una tensión creciente. Y de repente todo baja de intensidad aparente, parece que no ocurre nada. Pero es mentira, sí que está ocurriendo una de esas cosas pequeñas que son las realmente importantes: está sonando la trompeta de Miles Davis. Tocando (con su estilo sobrio, tranquilo, casi perezoso, para variar en la madrugada) la inmortal melodía de este clásico, haciéndola sonar más evocadora que nunca. El sonido acaricia tus oídos, y ya estás atrapado otra vez. Si eso y los gloriosos nueve minutos restantes, repletos de solos antológicos, de pequeñas composiciones improvisadas, no son de verdad trascendentes, entonces nada lo es. Porque cuando el Jazz de esta época era bueno (y este disco es un clásico), de verdad que era muy bueno.
Era completamente orgásmico.
 "Somethin' Else" casi es en realidad una grabación más de Miles Davis, publicada bajo el nombre de Cannonball Adderley. Esencialmente el equipo es el de Miles (Cannonball al saxo alto, Hank Jones al piano, Sam Jones bajo, Art Blakey, nada menos, a la batería) y el método de ejecución que imprimen; el control lato de Davis, es el mismo.
De hecho en pasajes recuerda las cualidades de fluidez sobrenatural y belleza sobrecogedora de "Kind Of Blue", aunque se adapta con más fidelidad a los postulados Be-Bop, sin que las ideas de jazz modal hayan hecho carne del todo. Ejecutado por todos los participantes con maestría y solvencia, casi con insultante indiferencia, es uno de esos discos que obligatoriamente debe de  llevarse a una isla desierta.
Y una introducción perfecta para los no iniciados en los arcanos del jazz "moderno". Sobrio y elegante, torrencial y fluido, la belleza campa por sus fueros acogida por un sonido límpido, cálido y cristalino. El sonido propio de Rudy Van Gelder, el sonido de la Blue Note.
Se abre con esa revisión definitiva del clásico "Autumn Leaves", para posteriormente dejar que Hank Jones introduzca delicadamente "Love For Sale", donde los desarrollos de Adderley parecen un surtidor de ideas geniales creadas sobre la marcha, mientras Art Blakey deja que todo fluya como el que controla con parsimonia los hilos invisibles que sostienen todo el entramado de improvisaciones, con interludios de sabor latino en los que se luce discretamente.
Davis es el autor de la siguiente tonada, "Somethin' Else", con un juego centelleante de llamada y respuesta entre Davis y Adderley hasta que comienza el desfile de ingenio. Nuevamente te aconsejo que no dejes que Blakey te engañe, préstale atención porque juega contigo todo el tiempo.
 "One for Dady - O", es un blues de desarrollo falsamente académico, donde la delicadeza de Hank Jones se hace patente. Clase a raudales, mientras el unísono ente los vientos se rompe cuando Adderley se dispara sin perder el control. Al final del tema se escucha a Miles preguntarle al productor del disco: "¿Es lo que querías Alfred?". No creo que dijese que no.
"Dancing In The Dark" es otra pieza para lucimiento de un finísimo Adderley. Además disfruta también de la exultante "Alison's Uncle", que no desmerece en absoluto al resto de una sesión que es una antología ella sola, publicado el mismo año que el seminal disco de Davis, "Milestones".

Así que este disco, ya lo sabes, es orgásmico…













6/100 Sonny Rollins 1956 Saxophone Colossus


Theodore Walter "Sonny" Rollins (New York, 1930) nació en el seno de una familia de emigrantes venida desde Las Islas Vírgenes, en las Antillas. Su hermano tocaba el violín y él comenzó desde pequeño a tocar el piano. Por aquélla época y siendo adolescente, compatilizaba sus estudios en la Universidad con el saxofón alto, instrumento utilizado por Louis Jordan, por aquel entonces muy popular.
La carrera de Sonny Rollins, se vio seriamente alterada por el efecto ciclón de Coltrane, pero tuvo la suficiente serenidad para encajar ese cierto ostracismo, analizarlo, y finalmente superarlo sin merma alguna de originalidad y creatividad. La prematura muerte de Coltrane dejó a los aficionados al jazz, sin la posibilidad de que ambos entablaran una fecunda batalla por la hegemonía del saxo tenor, como ocurrió en los años treinta y cuarenta entre el gran maestro Coleman Hawkins, y el no menos extraordinario, Lester Young.
"Saxophone Colossus" se revela como la obra de un músico precozmente maduro que huye de la rutina y busca nuevos cauces para dar salida a su innato sentido de la estructura, generó ésta obra a la friolera de 26 años, y muchos cuestionaron que jamás volvería a hacer algo igual. En el primer tema, la batería danzante de Max Roach, introduce la pegadiza melodía del calipso "St Thomas" basada en una rola de donde es originario, continúa con una lectura magistral de "You don't know what love is", una preciosa balada y culmina con el original "Strode Rode".
El paroxismo al escuchar la multi-fusilada y multi-premiada ‘Die Morirat Von Mackie Messer’ o lo que es lo mismo ‘Mike The Knife’ obra de 1928 compuesta por Bertolt Brecht, y la música, de Kurt Weill, que agasajo señores!!!!
Sin embargo, la gloria del disco se hace esperar justo hasta el final en el último tema. El prodigioso "Blue 7", un excelente ejemplo de lo que puede hacer un músico creativo con la sencilla armadura del blues.
"Blue 7", fue motivo de estudio para críticos como Martin Williams, y para musicólogos, como Ghunter Schuller. Ambos fundamentan rigurosamente la lógica interna de los solos de Rollins, pero afortunadamente, la perfección siempre trasciende las acotaciones técnicas.

Todo un Coloso del saxofón, Sonny Rollins











domingo, 15 de julio de 2012

7/100 John Coltrane 1959 Giant Steps


Una obra maestra absoluta. Cuando Coltrane, en la cresta de la ola, grabó "Giant Steps", estaba dando realmente un paso de gigante en la música jazz. Es un autentico placer escuchar una y otra vez este disco que supera con creces el "Hard Bop" que se hacía en la época.
Desde 1955 Trane había formado parte del quinteto de Miles Davis. Al final de la década de los cincuenta, Coltrane estaba atenazado, quería volar libre pero el respeto a la figura de Miles hizo que permaneciera con su banda e incluso forzara una no deseada por el, gira Europea en 1960.
Tras esa gira abandona a Davis (posterior a un pleito debido a la adicción de Trane a la heroína) y firma cn Atlantic Records, sello en donde podrá expresarse con entera libertad creativa.
El sentido de liderazgo y la libertad en la creación motivarán que nuestro protagonista desarrolle toda la técnica y arte que llevaba dentro. Así, la crítica musical Ira Gitler acuña el término Sheets Of Sound.
Con él se refiere a una técnica consistente en combinar de modo rápido y frenético distintos patrones de escalas. También llamado:
“three-on-one chord approach”, confería a los temas de una fluidez y una continuidad rítmicas pocas veces escuchadas hasta entonces.
En Giant Steps, rompe con el habitual making off de Miles. Los temas, en lugar de grabarse en dos o tres tomas, necesitan de 5, 10 e incluso más para ser del gusto de Trane.
Además, John realizaba pruebas específicas con las secciones rítmicas a modo de entrenamiento, lo que nos da una idea de su obsesión por la perfección. Los sentidos de posesión (todos los temas son composiciones de Coltrane) y de agradecimiento son patentes en esta obra.
Dedicará varios temas a sus seres queridos y tambien a músicos con los que la complicidad era absoluta. Mr P.C. dedicado a Paul Chambers y otros como Naima , Cousin Mary o Syeeda’s Song Flute , a su mujer Alice e hija.










sábado, 14 de julio de 2012

8/100 Herbie Hancock 1965 Maiden Voyage


Absolutamente un icono de la música, 12 premios Grammy en su haber, siempre innovador, manteniéndose vigente en el terreno, pero sobre todo sobreponiéndose a limitaciones y en la búsqueda de nuevos ritmos, así será recordado Herbie Hancock.
Este álbum de Hancock colocado firmemente en la compañía de los grandes músicos de jazz. Él había demostrado su valía como un pianista innovador e individual en todos los registros relevantes como con Wayne Shorter ‘Speak No Evil’ (16/100), y el ESP Miles, ambos grabados pocos meses anterior a este. Ahora dirigía a un grupo que conocía íntimamente, y con los cuales escribió obras perdurables y que se convirtieran en admiración durante las próximas décadas.
Los que acompañan a Hancock en el ‘Maiden Voyage’ son esencialmente los de la banda de Miles Davis (o lo que se conoció como la banda de Miles más Hancock), pero ¡qué diferencia con los registros de Miles, como suena y como se siente!
En 1965, el liderazgo de Herbie Hancock y la visión de lo que habría por venir fueron cobrando forma rápidamente. Para tal efecto reunió a: Freddie Hubbard  (Trompeta); George Coleman (saxofón tenor); Ron Carter (Bajo); Tony Williams (batería) y por supuesto a Herbie Hancock en un plan muy sobrio, elegante, con una majestuosidad que apantalla.
La pista del título establece el tono para todo el disco: sutil, en la más contemplativa medida... Es la oportunidad para el primer trabajo en solitario perpetuamente subestimado de George Coleman, muestra el virtuosismo sin arrogancia, elegancia sin artificios, la profundidad del sentimiento sin sentimentalismo alguno.
Impecablemente orquestó piezas como "Little One" (la cual es siempre rompe madres!) y el cierre "Dolphin Dance" donde se establece como el músico completo: el pianista irrepetible, compositor creativo, carismático líder, supremo jefe.
Muchos de los títulos de las canciones se refieren a la biología marina o el mar, y los músicos desarrollan el concepto a través de su uso del espacio y la dinámica casi de una marea relajante. 
El álbum fue galardonado con el ‘Grammy Hall Of Fame Award’ en 1999.

“Herbie Hancock, reafirmó su importancia en la historia del Jazz moderno con este impresionante álbum. "












viernes, 13 de julio de 2012

9/100 Art Blakey & The Jazz Messengers 1958 Moanin'


Absolutamente imprescindible en cualquier colección musical que se precie como tal de serlo, un álbum de altos vuelos, el cual tiene la característica de ser comandado y dirigido por un baterísta (demasiado bueno) como Art Blakey.
Si tomamos en cuenta que han sido una de las agrupaciones más sólidas y duraderas en toda la historia de la música, pese a que a través de sus filas han desfilado artistas tales como: Kenny Dorham; Donald Byrd; Lee Morgan; Freddie Hubbard; Hank Mobley; Jackie McLean; Johnny Griffin; Benny Golson, Wayne Shorter; Curtis Fuller; Horace Silver; Bobby Timmons; Cedar Walton; Keith Jarrett o Chick Corea entre mas de un centenar de grandes instrumentistas.
Este disco de Art Blakey recoge uno de los mejores grupos dirigidos por el gran baterista. En el grupo desempeñaba la función de director musical el extraordinario saxofonista alto, Benny Golson (anteriormente lo fue Horace Silver, y posteriormente, lo seria Wayne Shorter). Golson en esa época era un consumado instrumentista, dotado de una cálida y vibrante sonoridad inspirada en Coleman Hawkins, Don Byas o Ben Webster. En "Moanin" se encuentran algunos de sus temas mas conocidos, entre ellos el famoso "Blues March" que se convirtió en un permanente referente, pero la pieza homónima ‘Moanin’ con la calidad que imprime en el saxofón Lee Morgan es estupenda, los cuales la hacen únicas en la carrera de Art Blakey y los Jazz Messengers.
En 1980 se unió a los Jazz Messengers Wynton Marsalis, quedando para el recuerdo el ‘Live At Bubba’s’ en el cual Art Blakey, pese a que fue todo un éxito la presentación y ejecución de la banda, mencionó acerca de Wynton…

“Es un muchachito un poco arrogante y petulante, le falta humildad, no creo que pueda ser un buen artista de Jazz. Quién se cree?Acaso Armstrong?

Un disco sin duda alguna imprescindible en cualquier colección de jazz.















10/100 Thelonious Monk 1956 Brilliant Corners


Solamente alguien que tiene la capacidad y calidad de considerarse genio con tan solo componer 70 canciones a lo largo de su carrera, ese fue Thelonious Monk.
La reputación de Monk que eclipsa su valor excepcional, tanto como pianista y compositor se caracteriza por melodías reconocibles al instante en torno a sus improvisaciones, un gran arte de cambiar rítmica y la armonía del diseño que abrió el camino para una nueva ventana del Jazz, pero cuya influencia se proyectaba desde hace muchos años (con Sonny Rollins, John Coltrane, Steve Lacy, Ran Blake, Eric Watson).
Cuando Brilliant Corners fue grabado, marcó una de las primeras aproximaciones de alto rango a la música de Monk. Incluido en el conjunto de cinco cortes brillantes, cada uno más cercano a lo que la mente de Monk maquinaba, apoyado por un equipo de Allstar: el saxofonista Sonny Rollins, gran trompetista Clark Terry, los bajistas Oscar Pettiford y Paul Chambers, y el inimitable Max Roach en la batería.
Piezas como "Ba-Lue Bolivar Ba-Lues-Are", "Pannonica" (dedicada a su benefactora  por años) y "Swing Bemsha" no tardaron en convertirse en clásicos, y su creador después de años de relativo anonimato por fin en la cúspide de una merecida aceptación y aclamación.
Además de que los solos que lo acompañan son magistrales, ninguno queda al libre albedrío, todo forma parte de lo que la mente de Monk diseñaba; pero si existiera  una mejor manera de llegar al ser amado y decirle ‘Formas parte de mi’ “I Surrender, Dear” es la mejor manera de explicarlo, es simplemente exquisita, aunado a los susurros de Thelonious.
En el año de 1999 el más aventajado de la dinastía Marsalis, Wynton, le dedica su Standard Time Vol. 4 'Marsalis Plays Monk', en clara devoción a su legado.

Simplemente Magistral Thelonious Monk








(*) Ya se que no es la portada original, pero artísticamente prefiero esta, donde se denota claramente lo que fue Thelonious







jueves, 12 de julio de 2012

11/100 Eric Dolphy 1964 Out To Lunch!


Eric Dolphy fue uno de los grandes instrumentistas del jazz, un maestro en la composición, un librepensador de la música y un artista absolutamente impredecible.
En pocas ocasiones se ha visto en el jazz una carrera musical tan breve y al mismo tiempo tan fructífera y tan revolucionaria como en el caso de Eric Dolphy. Multiinstrumentista, virtuoso del clarinete bajo, un instrumento en desuso en su época y que actualmente está recuperado para el jazz; flautista de excepcional calidad, Dolphy, en apenas seis años se situó a la vanguardia  de la renovación del jazz de los años sesenta y es una pieza clave e indiscutible del jazz moderno.
Fue precisamente cuando se compró su primera flauta en 1950 cuando Dolphy, amplió su panorama estilístico, reducido hasta entonces al clarinete y al saxo alto tras la senda de la influencia dejada por Charlie Parker. Su debut como líder fue diez años mas tarde, en 1960, cuando grabó un original disco titulado "Outward Bound" en quinteto con Freddie Hubbard y Jaki Byard. Ese mismo año participó en la impresionante experiencia de improvisación que bajo la dirección de Ornette Coleman, se llamó "Free Jazz (58/100)".
Su paso por el quinteto de su camarada y amigo, Charles Mingus, dejó una huella imborrable en el jazz en forma de material grabado, y este disco es su última grabación en estudio y constituye probablemente su trabajo más representativo.
Cuando Eric Dolphy grabó "Out to Lunch!" tenía tan sólo 35 años y aunque ya estaba enfermo, la vitalidad, la fuerza que emanaba de su música, no evidenciaba que su final estaba cerca. Grabado para "Blue Note" en una típica producción de jazz de Avantgarde de la época, Dolphy acierta también en la elección de los músicos: Freddie Hubbard (trompeta) Bobby Hutcherson (vibrafono) Richard Davis (bajo) Tony Williams (batería) donde  alcanza su más alta cota de inspiración, y dado que estaba sobrado de técnica y talento, el resultado final fue explosivo.
Paradójicamente, Dolphy manifestaba al final de las notas originales de la contraportada su intención de vivir en Europa con la idea de buscar mas espacio para su música, pero la muerte le sorprendió en Berlín Alemania el 29 de junio de 1964 cuando su arte estaba en plena madurez debido a un coma diabético.

"....Dolphy era uno de los músicos mas grandes que he conocido"

Esta frase, dicha por John Coltrane cuando conoció la muerte de Eric Dolphy, deja las cosas en sus sitio y confirma lo que en los círculos jazzisticos era una constante, Dolphy fue un grande.
Tal era la relación de Dolphy con Coltrane, que su madre, cuando Eric murió, le regaló su flauta, ese instrumento que tocaba como nadie lo había hecho en el jazz hasta entonces, ni tampoco después de su muerte.