Todo lo que se pueda decir o
mencionar de él, está por demás, solamente queda la conmoción de su dolorosa e
irreparable pérdida.
Lo importante radica en el legado que deja detrás de una prolífica
carrera y que para fortuna podremos seguir deleitándonos con esos acordes.
Que lejano se ve aquel 1996
cuando se tuvo la única oportunidad de verlo en todo su esplendor en el
Auditorio Nacional.
Otro más que se adelanta en el
viaje…
Maestro de Maestros!!! B.B
King
Pd. Posterior a la conmoción que en mi muy personal caso provocó el viaje sin regreso de este portento de músico, creo que mis dos lectores no se percataron de lo que había dentro de los comentarios, lástima, se han perdido de alrededor de ocho horas de deleite auditivo de un monstruo universal